
En la mañana de ayer, los alumnos de 2º, 3º y 4º de Primaria realizaron una salida con motivo de la romería de la Virgen de Valme, tan importante en nuestra localidad (Dos Hermanas). La primera parte de nuestra salida consistió en visitar las instalaciones donde se guardan las carretas de la Romería, ubicadas en las antiguas Escuelas del Ave María. Allí nos explicaron cómo se decoran estas carretas.

Después, los alumnos hicieron una ofrenda de flores y alimentos en la iglesia de Santa María Magdalena, donde se encuentra la Virgen de Valme.


Los alumnos de Valores, después de visitar las carretas, acudieron al Centro Cultural La Almona para conocer la exposición de Fernán Caballero.

Virgen de Valme, tan importante en Dos Hermanas
La Virgen de Valme es una advocación mariana venerada en la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena de Dos Hermanas.
La Romería de Valme, realizada en su honor, es una de las más importantes de Andalucía, siendo considerada una de las más concurridas y populares tras las romerías del Rocío y la de Nuestra Señora de la Cabeza.
Por lo tanto, Dos Hermanas cuenta con Santa Ana, que es Patrona por el vínculo de la creación del pueblo, y la Virgen de Valme, que es Protectora de la ciudad.


Para hablar de la Virgen de Valme debemos remontarnos, según una antigua tradición, al año 1248, fecha en la que el rey Fernando III conquista Sevilla.
Tal y como recogen algunos autores en sus obras – entre otros, Diego Ortiz de Zúñiga y Fernán Caballero (Cecilia Böhl de Faber)-, cuando el Santo Rey comprobó la dificultad de tomar la capital hispalense y el abatimiento de sus tropas, invocó, en el Cerro de Cuartos, a una Imagen de la Virgen que llevaba consigo: «¡Váleme, Señora, que, si te dignas hacerlo, en este lugar te labraré una capilla, en la que a tus pies depositaré como ofrenda el pendón que a los enemigos de España y de nuestra Santa Fe conquiste!».
La leyenda añade que, entonces, ordenó al maestre Pelay Pérez Correa que clavara su espada en el suelo, brotando al momento un manantial – la «Fuente del Rey» – que sirvió para calmar la sed de los soldados.
Una vez conquistada Sevilla, el monarca cumplió su promesa y construyó una Ermita en el lugar mencionado; en esta colocó la Imagen a la que invocó -sedente y que presenta a Santa María con su Hijo sentado en el lado izquierdo, que bendice con la mano derecha y porta un pajarillo en la izquierda- y la llamó Valme en recuerdo de su súplica.
A sus pies colocó el pendón arrebatado a los musulmanes. La Ermita se convirtió pronto en lugar de peregrinaje para campesinos y aldeanos de las zonas más cercanas; sin embargo, no hay constancia hasta el siglo XVII de la existencia de una hermandad, establecida en la Capilla para rendir culto a María.
En aquella época la fiesta de la Virgen se celebraba el segundo día de Pascua de Pentecostés y hasta allí se trasladaban habitantes de toda la comarca. Pero la devoción a María de Valme arraigó en el pueblo de Dos Hermanas, lugar al que pertenecía el Cortijo de Cuartos. Así, la Imagen se llevaba en procesión de rogativas hasta la Iglesia del pueblo para implorar auxilio divino si ocurría alguna catástrofe.
Sin lugar a dudas, el siglo XIX fue el más decisivo para la historia de la Virgen de Valme. En 1800 la Imagen fue trasladada a la parroquia debido a una epidemia de fiebre amarilla. Allí quedó expuesta a la veneración de los fieles de forma estable. Este hecho provocó el abandono de la antigua ermita hasta finales de siglo, cuando, tras la restauración del Pendón, de la propia ermita y de la imagen de la Virgen, se celebra por vez primera la Romería (1894).